ermitaLa ermita de la Virgen del Barrio es uno de los templos más antiguos de la comarca. En sus muros se puede observar un capitel visigodo reaprovechado. La planta consta de una sola nave rematada por cabecera cuadrangular y ha sido puesta en relación con la arquitectura prerrománica del siglo X.
Con los datos de las investigaciones realizadas hasta ahora, es difícil determinar si se trata de un templo prerrománico o románico primitivo. En todo caso, hay dos momentos constructivos distintos claramente reflejados en la cabecera, por un lado, y la portada y la torre, por otro.

En el lado sur, un sencillo pórtico con puerta de medio punto y un arco a cada lado. Tuvo otras dos ventanas en los laterales, hoy cegadas. El pórtico protege una portada monumental, más propia del románico de las ciudades que de su variante rural. Consta de seis arquivoltas decoradas con baquetones y medias cañas que crean un sorprendente efecto de profundidad. Todos apoyan en ábacos de medias cañas cuya yuxtaposición genera un zigzag. Los capiteles se decoran con motivos vegetales de aspecto arcaizante.

La nave es estrecha y elevada y se cubre con cubierta de madera. El suelo es un buen enlosado de piedra. A los pies se levanta el coro de madera, de factura humilde. Debajo se abre un arco de medio punto por el que se accede a una capilla cubierta con bóveda de cañón apuntado con dos arcos ciegos de medio punto a cada lado. Es el interior del cuerpo inferior de la torre, construido en mampostería y sobre el que se alza un segundo cuerpo de sillería. Los vanos para las campanas se abren en el lado sur.

El arco triunfal doblado comunica la nave con el presbiterio. Apoya en ábacos lisos y capiteles decorados con motivos vegetales de aire primitivo. Sobre el arco aparecen restos de frescos en los que sobre una banda roja se dibujan unos animales fantásticos en torno a una cruz inscrita en un círculo sogueado. Por debajo y a los lados aparecen partes de dos figuras muy perdidas. Se aprecia un báculo con una serpiente enrollado que es atributo de San Hilario. La cabecera se cubre con bóveda de medio cañón que conserva restos de los frescos que la adornaban. Apoya en una imposta lisa bajo la que se disponen tres arcos ciegos a cada lado. Cada unión se apea en columnas con capiteles decorados con motivos vegetales muy geometrizados. En uno de los arcos hay un San Jerónimo trazado en línea como para ser pintado al fresco.

El retablo que preside la cabecera es dorado y policromado, de una sola calle. La hornacina aparece flanqueada por estípites y en su interior alberga la imagen románica de la Virgen del Barrio, sentada en el trono, con el Niño en su regazo y con una flor en la mano derecha.